La justicia sin amor te vuelve duro.
La inteligencia sin amor, te vuelve cruel.
La amabilidad sin amor, te vuelve hipócrita.
La fe sin amor, te vuelve fanático.
El deber sin amor, te vuelve malhumorado.
La cultura sin amor, te vuelve soberbio.
El orden sin amor, te vuelve complicado.
El trabajo sin amor, te vuelve esclavo.
El apostolado sin amor, te vuelve extraño.
La sonrisa sin amor te vuelve falso.
La solidaridad sin amor, te vuelve mentiroso.
La ambición sin amor, te vuelve injusto.
El poseer sin amor, te vuelve avaro.
La agudeza sin amor, te vuelve agresivo.
La autoridad sin amor, te vuelve déspota.
El poder sin amor, te vuelve tirano.
La verdad sin amor, te vuelve verdugo.
La vida sin amor no tiene sentido.
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