El tiempo me enseño,
que no necesito ni luz ni tinta para ser victima de lo que escribo.
Que la sobriedad no me sirve para nada, cuando ya no hay marcha atrás.
Que la piel llama con mas fuerza lo que nunca se tocó.
Que la duda no es muerte,sino tortura,y el miedo pone cara de dignidad.
Que las suposiciones son mitad esperanza y las casualidades deseos cumplidos.
Que la libertad también ata...
El tiempo me enseñó que evadir lo que se siente es un veneno que desgraciadamente no mata...
que no necesito ni luz ni tinta para ser victima de lo que escribo.
Que la sobriedad no me sirve para nada, cuando ya no hay marcha atrás.
Que la piel llama con mas fuerza lo que nunca se tocó.
Que la duda no es muerte,sino tortura,y el miedo pone cara de dignidad.
Que las suposiciones son mitad esperanza y las casualidades deseos cumplidos.
Que la libertad también ata...
El tiempo me enseñó que evadir lo que se siente es un veneno que desgraciadamente no mata...
Es cierto, y cada minuto cuenta.
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